euskadiko langile komisioak | 19 febrero 2025.

Banner

CCOO aflora 875 bajas laborales por contingencia profesional desde 2014 que fueron calificadas como comunes

  • Un informe del sindicato concluye que la mayoría de esas dolencias son musculoesqueléticas y trastornos mentales de carácter leve

29/01/2025. Europa Press
Alfonso Ríos y Loli García en rueda de prensa

Alfonso Ríos y Loli García en rueda de prensa

CCOO de Euskadi ha aflorado desde 2014 en Euskadi 875 bajas por contingencia profesional que habían sido calificadas como contingencia común, la mayoría de ellas dolencias musculoesqueléticas y trastornos mentales de carácter leve.

En rueda de prensa en la sede del sindicato en Bilbao, han comparecido la secretaria general de CCOO de Euskadi, Loli García, y el responsable de Salud Laboral, Alfonso Ríos, quienes han detallado el balance del informe elaborado por el sindicato de casos trasvasados y convertidos desde la contingencia común a la profesional.

Para el sindicato, estas cifras confirman que lo que desde la patronal califican como un problema de absentismo laboral, "no es un problema económico sino un problema de salud", ha enfatizado Loli García.

A su juicio, lo que los datos recogidos por CCOO de Euskadi demuestran es que hay "un ocultamiento claro" de enfermedades de carácter profesional, que se va a seguir repitiendo si no se ponen las medidas adecuadas, y también de "culpabilizar" al trabajador y acusarle de que coge bajas por "causas poco claras", algo que desde CCOO y a la vista de su informe "niegan de manera rotunda".

A tenor de su informe, desde CCOO de Euskadi extraen varias conclusiones que, tal y como ha enumerado García, evidencian que la calificación de contingencia común por las mutuas, deriva al sistema público de salud las enfermedades, lo que ahonda en el "deterioro" de Osakidetza.

Para el sindicato, para arreglar este "deterioro", además de aumentar los recursos para mejorar el servicio público, es necesario que quien más riqueza genera, pague más, en alusión a los empresarios, a quienes ha criticado por abogar siempre por lo contrario, que se les reduzca la parte impositiva.

En su opinión, los empresarios han de invertir más en prevención de riesgos laborales y en cuidar la salud de sus trabajadores y las trabajadoras en las empresas, como es su obligación, y, así, probablemente los costes económicos de la falta de trabajo por una enfermedad serán menores".

Tras incidir en que es necesario también "mejorar" las condiciones laborales, las jornadas, los horarios y las medidas de conciliación, para que "la gente no vaya a dejarse una buena parte de su salud y buena parte de su vida en el trabajo", Loli García ha recalcado que el hecho de que "una buena parte de las enfermedades que están calificadas como comunes tengan un origen profesional" evidencia que "esto es un problema real de origen profesional y de condiciones de trabajo".

Por su parte, Alfonso Ríos ha explicado que, de los 875 casos que el sindicato ha conseguido demostrar que eran enfermedad profesional, 501 fueron detectados hasta 2019, antes de la creación, en el seno de la Mesa del Diálogo Social del Observatorio Vasco para la Difusión de la Cultura Preventiva.

Desde 2020, los casos revertidos a contingencia profesional han sido 374, lo que, tal y como ha subrayado Ríos, confirman que casos de enfermedad profesional estaban ocultos y escondidos calificados como contingencias comunes, y que "solo la acción sindical y las denuncias" han conseguido revertir a contingencia profesional o accidente de trabajo ante la Seguridad Social.

Tras calificar de "grave" esta realidad, porque, pese a esos casos detectados, todavía existe "una mayoría silenciosa" de casos, Alfonso Ríos ha afirmado que todo esto ocurre porque hay "una deficiente elaboración de las estadísticas", lo que se traduce en que "no tenemos una foto real de cómo las condiciones de trabajo deterioran la salud de la gente y de cómo las condiciones de trabajo matan trabajadores y trabajadoras".

A su juicio, esto conduce a lo que ha calificado como "un fraude a la prevención de riesgos laborales" porque, "lo que no existe oficialmente en esas estadísticas, no existe, y no hay por qué prevenirlo, ni hay por qué dedicarle medios económicos desde las instituciones para prevenirlo", ha lamentado.

Por último, Alfonso Ríos ha apuntado como otra consecuencia del no reconocimiento de las bajas por contingencias profesionales, el sobrecoste para el sistema público de salud de que una patología sea calificada como común y no como laboral cuando, en esos casos ocultos, serían las mutuas las responsables de dar el tratamiento para curarlas y, de esta forma, no lo asumen".

Ha añadido que quien tiene la capacidad de decidir, de aceptar y de reconocer lo que es un accidente de trabajo o una enfermedad profesional, que son las mutuas, en muchas ocasiones no lo hacen, y derivan los casos al sistema público de salud esas patologías profesionales, en vez de atenderlas ellas, como sería su obligación, y ello "contribuye así a saturar aún más las listas de espera".

Documentación asociada
Documentación asociada