euskadiko langile komisioak | 4 julio 2024.

La justicia reconoce como accidente de trabajo el síncope vasovagal sufrido por un vigilante de seguridad de la empresa Prosegur en la estación de Abando

  • Tras la denuncia de CCOO, la Inspección de Trabajo ha propuesto que se sancione a la empresa por no facilitar al trabajador el volante de asistencia para la mutua
  • El sindicato denuncia igualmente la actitud de la Seguridad Social, que no reconoció el accidente de trabajo pese a contar con un informe favorable de sus propios servicios jurídicos.

04/07/2024.
Concentración frente al INSS

Concentración frente al INSS

El Juzgado de lo Social Nº6 de Bilbao ha emitido en fechas recientes una sentencia que reconoce que el síncope vasovagal sufrido por F.C.R. en su puesto de trabajo como vigilante de seguridad en la estación de tren de Abando es un accidente de trabajo. F.C.R. es trabajador de la empresa Prosegur Soluciones Integrales de Seguridad España SL y sufrió este episodio en enero de 2023.

Prosegur se negó a entregar al trabajador un volante de asistencia para que la mutua se hiciese cargo de la atención sanitaria y valorase si se está ante un accidente de trabajo o no, a lo que como empresa vendría legalmente obligada. Esto motivó una denuncia por parte de CCOO ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Bizkaia, que ha terminado por proponer el inicio de procedimiento sancionador mediante acta de infracción contra Prosegur.

La Inspección de Trabajo entiende que la empresa ha cometido una falta tipificada como grave en la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social (LISOS), ya que al no entregar el volante de asistencia para acudir a la mutua no se garantiza el acceso a la atención sanitaria en la mutua a quienes sufran lesiones en tiempo y lugar de trabajo. La resolución refleja de forma textual que “corresponde a la mutua, y no a la empresa unilateralmente, valorar si existen pruebas suficientes para determinar la ruptura de la presunción de laboralidad del accidente sufrido en tiempo y lugar de trabajo”, teniendo que producirse esto “sin que la empresa pueda privar al trabajador del derecho a acudir directamente a la mutua”, cosa que la empresa ha hecho al negar el volante de asistencia.

CCOO quiere denunciar igualmente la actitud y la falta de criterio con la que funciona el Instituto Nacional de la Seguridad Social, que en 2021 reconoció otro síncope a este mismo trabajador en la propia estación de Abando como accidente de trabajo y en esta ocasión no lo ha reconocido, lo que ha motivado que se tenga que recurrir a la vía judicial. El hecho es extremadamente grave debido a que el INSS contaba con un informe de sus propios servicios jurídicos que concluía que el síncope vasovagal sufrido por F.C.R. tenía que considerarse accidente de trabajo. Pese al esto, la resolución final del INSS no lo ha considerado así.

El responsable de salud laboral de CCOO de Euskadi, Alfonso Ríos, ha recordado que, como refleja el informe de la Inspección de Trabajo, una empresa no es quien para valorar lo que es un accidente de trabajo o no, como tampoco es quien para valorar si se precisa tratamiento médico o no. Ante casos como el sufrido por F.C.R. cualquier empresa viene obligada a entregar volante de asistencia a la persona trabajadora para que la mutua valore la situación. Incumplir este deber implicaría que esa empresa está contribuyendo a la ocultación de un posible accidente de trabajo, como ha demostrado esta sentencia judicial, por lo que el sindicato exige que se generalicen las sanciones contra empresas incumplidoras como Prosegur.

CCOO quiere igualmente recordar que lleva tiempo denunciando que el personal de seguridad privada de la estación de Abando no sólo vive las situaciones de carga mental, toma de decisiones y apremio características del sector, sino que en este centro de trabajo se están sucediendo las agresiones al citado personal. El propio F.C.R. sufrió en abril de 2020 una agresión por parte de un usuario de la estación, que le rompió las gafas. Esta compleja situación influye en la salud psicosocial de estas personas, generando como queda patente patologías de orden más físico.