euskadiko langile komisioak | 26 abril 2024.

CCOO Euskadi anima a los presos de ETA y a las instituciones penitenciarias a seguir el ejemplo de Maixabel Lasa e Ibon Etxezarreta y apostar por la reinserción restaurativa

    El sindicato recuerda que desde que el EPPK, el colectivo oficialista de presos de ETA, apostara en el verano de 2017 por la vías legales, y gracias al cambio del nuevo gobierno central a mediados de 2018, la situación penitenciaria ha virado notablemente.

    22/10/2021.

     El 40% de los presos de ETA se encuentran ya en cárceles de Euskadi y Navarra, y el resto en las comunidades limítrofes, con el alivio que esto supone para sus familiares y amistades, durante años sometidos a esa inmerecida carga. Además la inmensa mayoría de presos están en 2º grado, el régimen penitenciario ordinario, y asimismo se han producido excarcelaciones de quienes padecen enfermedades graves. Incluso un grupo, pequeño pero creciente, están accediendo al tercer grado, para lo cual han acreditado una autocrítica sobre su trayectoria y una empatía reparadora hacia sus víctimas.

    CCOO Euskadi considera que es el momento de la reinserción restaurativa. El ejemplo de los presos disidentes de la vía Nanclares, hoy tan bien reivindicados en los encuentros entre Maixabel Lasa e Ibon Etxezarreta, y la senda de ese pequeño grupo que han conseguido ya el tercer grado, señalan el camino. Un camino con tres grandes virtualidades: es bueno y factible para los presos de ETA, reparador para sus víctimas y constructivo para la convivencia del conjunto de la sociedad vasca.

    Para transitar con sinceridad esa senda juega un papel clave el entorno político y social de los presos de ETA, ya que convendría que acompañaran e impulsaran la empatía necesaria para reconocer el daño injusto causado, y de manera prioritaria evitaran homenajes públicos, que refuerzan un imaginario victimista y no favorecedor de la convivencia. Sería importante que los presos de ETA y sus organizaciones de apoyo asuman esa responsabilidad histórica, a la altura de los graves delitos que cometieron y/o apoyaron. Es lo que la mayoría de la sociedad vasca reclama.