euskadiko langile komisioak | 18 julio 2025.

CCOO no firma el Pacto Vasco de Salud por “no responder a los problemas estructurales de Osakidetza”

  • Aunque el documento final del pacto puede mejorar ciertas cuestiones puntuales, el documento final sustenta un modelo de sanidad pública que no es ni el que defiende el sindicato ni el que ha exigido buena parte de la ciudadanía en las calles.

27/06/2025.
Foto archivo Pacto Salud

Foto archivo Pacto Salud

CCOO de Euskadi ha manifestado hoy en la reunión final del Pacto Vasco de Salud que no suscribirá el documento final del mismo. Para el sindicato, el pacto de salud no está diseñado para impulsar una sanidad pública y de calidad fuerte, con recursos suficientes, sino que se limita a gestionar lo que ya es hoy en día con algunas mejoras puntuales. Cuestiones estructurales como la colaboración público-privada, la situación de la Atención Primaria o el sistema de perfiles lingüísticos no mejorarán su situación. 

Lo sucedido en el grupo de colaboración público-privada, el que debía abordar la política de privatizaciones y externalizaciones del sistema de salud, ha resultado lo más llamativo en opinión del sindicato. En la que debía ser la última reunión del grupo de expertas se aprobó en votación establecer una estrategia de reversión paulatina de los servicios externalizados que Osakidetza pudiera prestar con sus propios medios. Sin embargo, este objetivo se modifica a iniciativa del Departamento de Salud para acabar siendo “más de lo mismo”, una apuesta por seguir con el modelo de privatizaciones que nos ha arrastrado hasta la situación actual de deterioro del servicio de salud. El grupo de cartera de servicios, que aprobó por unanimidad una estrategia similar de reversión, también ha sido obligado a revisar su documento para mantener la colaboración público-privada como en la actualidad. Todo esto es contrario a lo que CCOO y el Gobierno Vasco acordaron en la Mesa General de Función Pública de 2010 o lo que regula el propio acuerdo de condiciones de trabajo de Osakidetza, que ya apuntaban a la reversión de las privatizaciones.

En el caso de la Atención Primaria, el grupo de trabajo ni siquiera ha entrado a analizar su mayor problema, como es el llamado “hospitalocentrismo”, es decir, que tras la implantación del modelo de las OSI, las Organizaciones Sanitarias Integradas, la Atención Primaria ha quedado supeditada al sistema hospitalario, perdiendo buena parte de su capacidad de gestión. Tanto profesionales como la propia ciudadanía llevaban años denunciando esta situación y exigiendo medidas para revertirlas, pero “el Pacto ha decidido mirar hacia otro lado” en este tema. De una manera similar, el grupo de Salud Mental tampoco ha querido o no ha podido plantear medidas estructurales para la red de salud mental. El pacto esquiva cosas tan básicas como que la red de salud mental de Gipuzkoa se encuentra privatizada prácticamente en su totalidad.

Respecto a la situación del sistema de perfiles lingüísticos, en lugar de revisar su aplicación práctica para atraer, fidelizar y euskaldunizar al personal que ya está en Osakidetza, insiste en la postura actual de exigencia de perfiles a discreción, ampliándolo ahora también a las plazas de residentes. 

Si hasta ahora, para atender una demanda de euskera del 17% de la población se perfilaba el 80% de las plazas de medicina familiar, el pacto apuesta por seguir igual.

Aunque el documento no pondrá soluciones a estos problemas, sí entiende CCOO que el pacto mejorará algunas cuestiones puntuales. En aquellos grupos de trabajo más vinculados a la atención sanitaria y de determinadas patologías, muy probablemente conseguirá una mejora del servicio en esos ámbitos, pero sin haber actuado sobre los problemas de fondo.

Finalmente, CCOO ha manifestado que se trata de una ocasión perdida y de un cierre en falso. El trabajo realizado por los grupos ha sido ingente, pero, en muchos casos y a base de ir variando la metodología del pacto a conveniencia del Departamento de Salud, en lugar de encauzar ese trabajo hacia una mejora real de Osakidetza y del sistema público de salud, o bien se ha descafeinado para buscar consensos artificiales o se ha dirigido a mantener el sistema como está hoy por hoy.