euskadiko langile komisioak | 29 marzo 2024.

La precariedad del mercado laboral vasco lastra la recuperación

  • El aumento estacional del paro es un indicador más de que la recuperación se está haciendo siguiendo el modelo clásico de precariedad.
  • Fuerte descenso de la afiliación continuando las males prácticas empresariales.
  • Subida del SMI y revertir las reformas laborales son nuestras prioridades de cara a que la recuperación se traslade a un empleo de calidad.

Los datos SISPE para Euskadi facilitados por Lanbide  en el mes de agosto  2021  suponen una decepción  y muestran la cara negativa de la estacionalidad de nuestro mercado de trabajo. La mejoría, todavía insuficiente, que se había venido produciendo en los últimos meses se ha parado y el desempleo, como ha venido siendo habitual en este mes ha aumentado en 3.058 personas, en la media de los últimos años. 

02/09/2021.
Foto Irekia

Foto Irekia

La decepción no viene tanto por lo inesperado del dato, como por la constatación de que los males de nuestro marcado laboral (altas tasas de temporalidad, parcialidad y precariedad en general) se mantienen y se siguen reproduciendo tal como constataron el Ine y Eustat recientemente certificando que la recuperación del empleo asalariado se está realizando exclusivamente con empleo temporal y con destrucción de empleo indefinido tanto en hombres como en mujeres.

La recuperación de empleo acontecida no está siendo aprovechada para cambiar las bases de un mercado de trabajo precario.

Como elemento positivo cave destacar que, a pesar del incremento del paro,  el número de demandantes de empleo ha descendido en -9.210, si bien todavía hay casi 100.000 demandantes de empleo ocupados más que antes de la pandemia

El aumento  del paro ha sido ligeramente superior entre los hombres (+1.838) de tal forma que vuelve a situarse por encima de  la cifra previa a la pandemia (+1.816). Entre las mujeres  aumenta en 1.220, aún hay 3.205 paradas más que antes de la pandemia y representan el 56,7% de las personas en paro.

La contratación cae respecto a junio, pero ha sido mejor que el mismo periodo del pasado año. En todo caso tanto la evolución mensual como la comparativa anual muestran un peor comportamiento de la contratación indefinida en relación a la temporal. 

 Cae la afiliación 

El dato más preocupante, viene de la mano de la afiliación a la seguridad social que agrava respecto a julio su caída. La afiliación media en  agosto ha sido de 11.810 personas menos que en julio, especialmente en el régimen general y con mayor incidencia entre los hombres.

En el régimen general, con una pérdida de -10.732 afiliados de media,  dos sectores  la industria manufacturera y (-2.317) y educación (-3.440) suman más de la mitad de la caída.

Aunque la afiliación media en el régimen general es superior (+14.299) a la de hace un año , aun es inferior a la de hace dos años(-1.723) 

El número de personas en ERTE sigue disminuyendo (-2.132 último día de mes, -2.272 de media respecto a julio).

Estos datos, abundan en dos conclusiones:

1.       A pesar de la mejoras continuadas de las grandes cifras, todavía la situación es peor que el periodo antes de la pandemia y queda por tanto camino por recorrer; 

2.       La recuperación se está haciendo  a consta del  incremento de precariedad (temporalidad y parcialidad), con los mismos esquemas de siempre. 

Frente a esta realidad, hay que  insistir en que el reto es recuperar y  mejorar las cifras de empleo pero hacerlo con parámetros de calidad poniendo coto a la temporalidad y parcialidad  y, para todo ello, abordar la agenda íntegra de las reformas acordadas en el dialogo social. En el ámbito estatal, revertir las reformas laborales y abordar la mejora del SMI deben ser una prioridad

En nuestro ámbito se debe exigir al Gobierno vasco que la llegada de los fondos Next Generation para la recuperación y la modernización productiva deben condicionarse  a la generación de empleo de calidad y la consecución de un mercado de trabajo justo caracterizado por el empleo estable y de calidad.