euskadiko langile komisioak | 28 marzo 2024.

CCOO de Industria se fortalece ante los próximos retos y elige a una mujer como secretaria general: “Es un orgullo liderar a una organización que empoderará a la clase trabajadora”

  • Garbiñe Espejo, sindicalista que se curtió en la comarca del Duranguesado, recibe el apoyo aplastante del conjunto de la organización. Su candidatura sale adelante con el 97% de los votos. Forman parte de su equipo siete hombres y seis mujeres

La organización sindical que representa los derechos e intereses de 3,5 millones de trabajadores y trabajadoras, ha decidido que una mujer la lidere durante unos años que serán decisivos. Garbiñe Espejo Jairo (Bilbao, 1978) se licenció en Relaciones Laborales y creció como sindicalista en una zona profundamente industrial. Defiende el sindicalismo de proximidad y quiere que las políticas feministas calen en la organización. “Es el momento de cumplir con la clase trabajadora”, aseguró. “Si no cumplen, tendrán a las CCOO en la calle”.

10/06/2021. CCOO de Industria

URL | Código para insertar

Garbiñe Espejo durante su primer discurso como secretaria general de CCOO de Industria

Garbiñe Espejo durante su primer discurso como secretaria general de CCOO de Industria

En el primer discurso de Garbiñe Espejo como secretaria general de CCOO de Industria, dejó claro cuál es su misión. “La agenda es cumplir ahora con el conjunto de la clase trabajadora”. Nada más subir al atril, se acordó de quienes la han hecho crecer como sindicalista y tuvo unas palabras de reconocimiento para las personas que hicieron posible celebrar el congreso en los momentos más duros. “Sois grandes. Sois esenciales”, afirmó. 

Mencionó, también, a sus CCOO de Euskadi, a su comarca del Duranguesado y a las secretarías de la Mujer que durante décadas han empujado para que las trabajadoras estuvieran en los órganos de dirección. Y, por supuesto, se acordó de su amatxu, que no lo tuvo fácil y que “nunca tiró la toalla”. Ellas, dijo, también “son las protagonistas de esta historia”. Cerró los reconocimientos con unas palabras de afecto dirigidas a Agustín Martín, Luis Romero y Juan Carlos Galache.

Sabe la sindicalista vasca que vienen tiempos importantes para la organización, pero también es consciente de que la federación que liderará durante los próximos años tiene el músculo suficiente para afrontar el reto. “Este mandato no es de continuidad”, dijo poco después de tomar la palabra rodeada de su nuevo equipo. “Arrancamos un nuevo proyecto que tiene por objetivo fortalecer a la Federación de Industria y, con ello, a la Confederación”.

¿Quién es Garbiñe?

La pasión de Garbiñe por la lucha obrera se gestó en un camping de la localidad de Motriku, carismático pueblo de la costa guipuzcoana al que esta joven sindicalista acudía los fines de semana y donde veraneó durante su infancia. Allí coincidió con “viejos roqueros del metal”, delegados que por aquel entonces ya formaban parte de la ejecutiva de la Federación del Metal de CCOO de Euskadi. “Era nuestro punto de encuentro”, cuenta. “Me metieron el gusanillo en el cuerpo”, añade. “Permanentemente les escuchaba hablar de sus conflictos y de la conciencia de clase”.

Por eso, cuando llegó el momento de decidir hacia dónde dirigir sus estudios, Garbiñe no lo dudó. Se matriculó en la Facultad de Relaciones Laborales de Leioa, de la Universidad Pública del País Vasco. Sus mejores notas fueron de aquella época. “En EGB y en BUP fui más rebelde”. De inmediato, le enganchó lo que estudiaba. Poco después de graduarse, empezó un máster en prevención de riesgos laborales y comenzó a colaborar con el sindicato. “Me pasaba por allí tres o cuatro tardes por semana”. Su primera experiencia concreta fue en las elecciones sindicales de una cadena de supermercados.

En aquella época, conoció a Unai, por entonces responsable de Juventud de CCOO de Euskadi y hoy secretario general de la Confederación Sindical de CCOO. En 2003 se incorporó como asesora en el local que el sindicato tiene en Durango, zona profundamente industrial con delegados y delegadas de pequeñas y medianas empresas, para quienes el apoyo del sindicalismo de proximidad es fundamental. Allí pasó una década y, es en ese ambiente, donde Garbiñe se curte como sindicalista. “Trabajar en una comarca es como ser la médico de cabecera”, cuenta. “Tienes que valer para todo”.

Durante esos años recibe un chute diario de conciencia de clase, de sentimiento de lo colectivo y de confederalidad. “Los trabajadores y las trabajadoras no tienen bandera”, apunta. “Su único emblema es el trabajo”. Fue en la comarca donde lo aprendió todo. “El sindicato me hizo crecer como persona”. De aquellos años recuerda a Petite, a Gela, a Katy, a Jaramillo, a Jaime y a Roberto, compañeras y compañeros del sindicato con las que forjó “un cariño que hoy es recíproco”.

Garbiñe prefiere quedarse con lo positivo de todo lo que le ocurre. Por eso, cuando se le pide que elija el acontecimiento que le dejó más huella de aquellos años, se queda con la agresión que recibió de un empresario “de la vieja escuela” cuando acudió a un taller a ayudar a un delegado. “El hecho lo he olvidado”, cuenta. Pero todavía hoy se emociona al recordar las innumerables llamadas que recibió ese día. Compañeras y compañeros que no quisieron dejarla sola. Experimentó en sus carnes qué era eso del apoyo del colectivo. “Aquello me marcó muchísimo”, relata más de quince años después.

Es a finales de 2012 cuando deja la comarca para incorporarse a la ejecutiva de CCOO de Industria de Euskadi como responsable de Comunicación y de Mujer. Son años en los que vive el sindicato de otra manera, pero igual de enriquecedora. En 2017 se ocupa de Organización. El mandato se trunca poco después, cuando ocupa el hueco que deja en CCOO de Euskadi Mari Cruz Vicente, la compañera de Acción Sindical que se incorpora a la Confederación para sustituir a Mercedes González, recientemente fallecida.

Hoy, casi tres años después de aquello, llega a la secretaría general de CCOO de Industria. Garbiñe sabe que era el momento “de pasar de las palabras a los hechos”, de incorporar a más mujeres a los órganos de dirección y de rejuvenecer el sindicato. “Me enorgullece muchísimo, dice, que hayan pensado en mí para dar este paso”. Este orgullo viene acompañado, apunta, “del máximo respeto y prudencia” que requiere ocupar la secretaría general.

En 2012 se decidió que fuera ella la que asumiera las tareas de Mujer y Comunicación en CCOO de Industria de Euskadi. Ocho años y medio después, las y los delegados de la industria y el campo la eligen para que sea la secretaria general de la federación estatal. Dos circunstancias facilitaron este avance. Por un lado, el valioso papel que jugaron durante años las secretarías de la Mujer del sindicato y, por otro, la oleada feminista. “Imprimió velocidad a los cambios”, recuerda. “Arrastraron a la sociedad y, con ella, al propio sindicato”.

Mucho por hacer

La igualdad, la salud laboral, la formación y la reindustrialización son cuatro de las cuestiones que ocuparán a Garbiñe, y a su equipo, durante los primeros tiempos del mandato. Realizarán una acción sindical proactiva que lidere las transiciones necesarias para provocar un cambio en el modelo productivo. El objetivo es situar a la industria como tractora de la economía del país.

De su etapa como asesora en la comarca del Duranguesado, Garbiñe conoce la importancia de ofrecer a las y a los delegados las herramientas necesarias para que puedan ejercer, con todos los recursos, el sindicalismo de proximidad. Por eso se ha propuesto marcar un itinerario formativo que recicle sus conocimientos e incidir en la formación ideológica.

También extenderá las políticas feministas “por la agenda sindical” de la organización. Reconoce que en esta materia todavía “hay mucho trabajo por hacer”. Explica que, entre otras cuestiones, se trabajará para eliminar el acoso sexual o por razón de sexo del mundo laboral y se combatirá la elevada siniestralidad. “La salud laboral debe ser una de nuestras banderas”.