euskadiko langile komisioak | 29 marzo 2024.

CCOO de Euskadi reclama “más y mejores servicios públicos para garantizar un desarrollo efectivo de la Ley de Dependencia”

  • El sindicato tacha de insuficiente el programa de la Diputación Foral de Bizkaia sobre el Estatuto de las Personas Cuidadoras.

Para CCOO de Euskadi las medidas presentadas por la Diputación de Bizkaia no van en la dirección correcta. Si bien es necesario habilitar actuaciones en este sentido, dado que van a producirse situaciones en las el cuidado se mantenga en el entorno familiar, estas no pueden de ninguna manera sustituir las responsabilidades de las instituciones públicas en el sistema de dependencia.

05/06/2018.
Foto Europa Press

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El propio complemento a través de una EPSV, que por otra parte requiere de la aportación en la misma cuantía por parte de las personas cuidadoras, no puede hacer olvidar que uno de los recortes que sufrió la Ley de Dependencia tiene que ver precisamente con el convenio especial de cuidadoras y cuidadores y el alta en Seguridad Social.

También sorprende a la central sindical la aparente preocupación de la Diputación por la salud y reconocimiento administrativo de las personas cuidadoras, frente al desinterés ante las condiciones laborales que padece el personal laboral en los sectores relacionados, como por ejemplo en el de Ayuda a Domicilio.

CCOO de Euskadi recuerda, asimismo, lo indispensable de reforzar las plazas públicas de residencias y centros de día, dotando a los mismos del personal necesario y de las inversiones oportunas para configurar, de una vez por todas, un servicio público suficiente y de calidad en materia de dependencia. Una apuesta pública en este sentido por generar empleo de calidad redundará en ese objetivo, y supondrá sin duda una verdadera respuesta para las personas dependientes y las familias.

El sindicato remarca que la decisión por mantener el cuidado en el entorno familiar debe ser una apuesta verdaderamente voluntaria de las familias. Es cierto que deben impulsarse actuaciones cuando así sea para garantizar las condiciones de las personas dependientes y de las cuidadoras. Pero no es menos cierto que el sistema promovido por las administraciones públicas no puede convertirse en un embudo que empuje a las familias a mantener el cuidado en el entorno familiar por la inexistencia o insuficiencia de otras alternativas. Sin estas otras medidas, programas como los presentados corren el riesgo de convertirse en fuegos artificiales cuyo humo tape las carencias del sistema.

El sindicato recuerda, por último, la profunda feminización que caracteriza al mundo del cuidado, la mayor desvalorización de este trabajo (que no empleo), la precariedad de los sectores cuando existe relación laboral, y las profundas consecuencias que estas circunstancias tienen sobre la vida laboral y las prestaciones contributivas de las mujeres. Circunstancias todas ellas que merecen de una apuesta decidida y diferenciada por parte del conjunto de las administraciones públicas.